Nacido en Argentina (Mendoza, 1938) de padres inmigrantes mallorquines, estudió por libre en la Universidad de Cuyo, una formación, entre lo académico y lo autodidacta, que completó con su venida a Europa a los 24 años para ver por sí mismo el arte de España e Italia. Se afincó en Palma en el año 1963, lugar en el que reside desde entonces, aunque también pasó seis años, entre 1983 y 1989, en Lockerbie, Escocia. De regreso a Mallorca decide vivir en Son Macià, Manacor, donde tuvo su estudio en un molino de harina del siglo XIII llamado Molí de s'Ànima y que se convirtió, no sólo en su lugar de trabajo si no también en un centro de reunión habitual para artistas e intelectuales. Actualmente reside en el pueblo mallorquín de Búger y mantiene su estudio en Sa Pobla. Su obra, eminentemente pictórica con incursiones en la escultura, ha fluctuado, dentro del expresionismo, entre lo figurativo y lo abstracto, siendo esta última línea la que da una expresión más ajustada de su arte. Delicadas composiciones donde su gusto por el trazo, por la grafía y, en ciertas ocasiones, por lo matérico y por las texturas, se convierten en una afortunada manifestación de su interés por la contemplación, por la naturaleza, por la filosofía oriental, por lo delicado y por lo bello.

Pero al margen de la calidad de su obra, es su personalidad, su extraordinaria humanidad, la que también le ha servido para lograr el afecto de sus compañeros y del público. Efectivamente, Rafael Amengual se ha convertido en uno de los aglutinantes de toda una generación de creadores como lo demuestra su importante papel en el seno del Grup Dimecres. Una exquisita conjunción de obra y carácter que ha provocado que grandes plumas como Miguel Ángel Asturias, Blai Bonet, Antonio Fernández Molina, Guillem Frontera, Josep Melià o Corredor-Matheos hayan opinado sobre sus piezas y sobre sus exposiciones. Unas maneras de hacer, en muchas ocasiones con un elevado componente de introspección, que le han servido para que su obra alcance un reconocimiento cierto que le ha llevado a exponer, de forma individual o colectiva, en algunos de los lugares de mayor prestigio de la isla como: el Casal Solleric en repetidas ocasiones, en la exposición inaugural de la Sala Pelaires (1969), donde también realizó una muestra individual (1971), en la Galería 4 Gats (1976), en Sa Pleta Freda (1978), en la Gianni Giacobbi (1992 y 1997), en la Torre de ses Puntes (1994), en Es Baluard (2005) o en el Museu Krekovic (2005), entre otros. Además ha expuesto en otros importantes espacios de España y del extranjero, llegando a recibir, en 1992, la Medalla de Plata y el Premio del Jurado de la IV Bienal Internacional de El Cairo. En el 2011 el Casal Solleric de Palma le dedica esta exhaustiva retrospectiva que revisa más de 40 años de creación plástica.